Tras haber jugado
varias partidas al electrocity tratando de mantener el equilibrio
económico, medioambiental y energético, además de tratar de mantener
felices a nuestros habitantes, nos hemos dado cuenta de lo difícil que
es gestionar correctamente una ciudad teniendo en cuenta todos estos
aspectos.
En nuestra primera partida, intentamos mantener los impuestos bajos (20%), pero comprobamos que no teníamos suficientes recursos para desarrollar nuestra ciudad. Así que decidimos comenzar una nueva partida. Empezamos subiendo los impuestos al 99% hasta que obtuvimos dinero suficiente para construir una fábrica de aluminio, que nos proporcionaba dinero. En este momento perdimos 4000 habitantes. Una vez construimos la fábrica y ganamos suficiente dinero, bajamos los impuestos al 20 % y fabricamos 2 centrales hidroeléctricas y mejoramos la granja eólica. De esta manera, obteníamos la suficiente energía para abastecer a nuestra población, y poco a poco íbamos ganando más dinero, con el que creábamos atracciones turísticas, como pistas de esqui, parques nacionales, un parque de atracciones, playa, etc., para favorecer el turismo, aumentar la población y contentar a nuestros habitantes; y con este fin también anulamos los impuestos. En momentos puntuales de la partida tuvimos falta de energía que contrarrestamos construyendo centrales nucleares. Y en cuanto al problema del medio ambiente, lo solventamos con los parques nacionales, bosques y granjas, que disminuían en grandes cantidades el nivel de contaminación producido por las fábricas. Siguiendo esta dinámica durante toda la partida, al final conseguimos mantener el equilibrio en nuestra ciudad.
Todo esto nos ha llevado a conseguir una buena puntuación en el juego, pero después de reflexionar, hemos pensado que en la vida real esta manera de gestionar la ciudad no seria factible, ya que el impulso económico inicial que necesitamos para ir desarrollando la ciudad lo hemos obtenido dejando a los ciudadanos con un 1% de su sueldo. Esto desencadenaría un grave problema, ya que los pocos ingresos que tuvieran las familias los destinarían a la alimentación básica y no tendrían suficiente dinero para consumir en otros ámbitos. Por lo que el consumo caería en picado, y el estado en bancarrota, pues el consumo es una de las fuentes económicas más importantes para el gobierno de un país.
En cuanto al medio ambiente, en el juego es muy fácil mantenerlo en un nivel alto, mientras que en realidad, el mantenimiento del medio ambiente es mucho más complicado. Pues en electrocity no se muestra que aparte de generar 'áreas verdes' (como bosques), también hay que aprender a respetarlas y a mantenerlas.
Por otra parte, el juego ofrece aspectos muy realistas como el hecho de la gestión del dinero, la inversión en bolsa, la felicidad de la gente o el aumento de la población. En concreto, estas dos últimas cosas son muy importantes, pues son las que desencadenan la mayoría de las decisiones tomadas. No es la misma gestión la de un pueblo que la de un país. Si aumenta la población, consumes más energía, por lo que necesitas construir nuevas fábricas y entonces los habitantes se entristecen... Y se entra en una espiral sin fin en la que no hay suficiente energía para mantener a la población, al crear fábricas disminuye la felicidad, y entonces pierdes popularidad y por consiguiente, dinero. Estos momentos del juego, en los que hay carencia de algo, ya sea de dinero o de energía, serían los equivalentes en la vida real a una crisis (financiera o económica).
Este juego nos ha parecido una gran herramienta para experimentar más o menos cómo sería la gestión de un país. Ya que aunque hay aspectos que no se podrían traspasar a la vida real, en general te haces una idea de lo complicado que es mantener todo en equilibrio y sacar una población adelante, ya sea pueblo, ciudad o país.
AIGÜES BLAT Y CARMEN MORELL
1º BACH. A.
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